El congrio es un pescado de la familia Congridae. También se le conoce como culebra o safio y vive en el mar Báltico, el mar Negro, el mar Mediterráneo y en la zona este del Atlántico norte.

El congrio puede llegar a medir 3 metros, llegar a un peso de 30 kilos y vivir hasta 15 años. Las hembras son más grandes que los machos y estas mueren tras la puesta de huevos.

Tiene un cuerpo fuerte con forma de cilindro, similar al de una serpiente, con una apertura branquial larga, llegando hasta el vientre.

Su boca está llena de dientes afilados, que utiliza para cazar a sus presas girando de manera repetida el cuerpo.

No tiene aletas ventrales pero sí aletas pectorales.

Su cuerpo no tiene escamas y es de color gris oscuro , con un tono más claro en la zona ventral. Es un pescado nocturno y se alimenta de otros peces, de cefalópodos y de crustáceos.

Durante el día suele estar escondido entre las piedras y las grietas y es común que se esconda también en restos de barcos hundidos.
No es raro que a veces muerda a algún buceador o bañista al estar cerca de su zona, y aunque sus mordeduras son dolorosas no contienen ningún tipo de veneno.

Su madurez sexual la alcanzan entre los cinco y los quince años y solo se reproducen una vez en toda su vida. Es un pescado hermafrodita y es capaz de poner hasta 8 millones de huevos, generalmente a gran profundidad, entre 2000 y 3000 metros.

Destaca su alto contenido en vitamina A, siendo el pescado que más contiene esta vitamina solo por detrás de las anguilas y las angulas. Esta vitamina ayuda a mantener los tejidos, huesos y dientes.