El San Pedro, también conocido como Sanmartiño, es un pescado de la familia Zeidae. Vive tanto en los fondos rocosos o arenosos donde suele enterrarse como en praderas submarinas.

Se encuentra nadando en profundidades bastante variables, entre los 10 y los 100 metros normalmente, aunque se le ha llegado a ver en profundidades de hasta 400 metros.

Su fisionomía es aplanada de forma lateral, con un cuerpo comprimido. Tiene una cabeza de gran tamaño, atravesada por varias crestas óseas.

También presenta espinas cerca del abdomen.

A pesar de ser un pez plano tiene la rareza de que los ojos los tiene a ambos lados de su cuerpo.

No tiene escamas salvo en una línea en un lado.

Es de color dorado o con tonalidad gris verdosa y tiene una mancha de color oscuro y forma redonda en el centro y a ambos lados del torso.

Es un pescado solitario que tarda mucho tiempo en reproducirse, alcanzando su madurez sexual a los 4 años, y una vez terminado el período reproductivo su voracidad aumenta.

Se alimenta de peces pequeños como sardinas o de gusanos y crustáceos.

Su método de caza consiste en aprovecharse de su cuerpo delgado para nadar lentamente hacia su presa y capturarlo usando su gran boca protáctil.

A veces se compara su carne con la del rodaballo debido a su suave sabor, aunque la mayor diferencia es la mayor cantidad de espinas del San Pedro.

Su esperanza de vida puede alcanzar los 12 años.

Como curiosidad la leyenda tras su nombre dice que se denomina de esta forma ya que fue ese mismo apóstol el que le dejó esas manchas oscuras en los costados.