El pargo es un pescado de la familia Sparidae. Vive en el Atlántico, con preferencia por las zonas subtropicales en profundidades bajas y medias.

Físicamente suele tener una banda de tono azulado de ojo a ojo. Su cuerpo tiene forma de óvalo y es alto. Tiene el hocico corto y con forma redonda, y una boca con unos caninos muy desarrollados.

Tiene unas aletas de color rosado, y las dorsales y pectorales de gran longitud. Su aleta caudal tiene dos lóbulos.
El vientre es blanco con tonalidad plateada y los ojos tienen un tono rojizo.

Su alimentación se basa en peces pequeños, camarones, nécoras de pequeño tamaño y percebes. Los especímenes jóvenes llevan una alimentación omnívora mientras que al llegar a la adultez pasan a alimentarse de manera carnívora exclusivamente.

Se mueve a poca profundidad, entre los 20 y los 40 metros, pudiendo llegar a los 250. En invierno se desplaza a las aguas más profundas mientras que en estaciones más cálidas se acerca más a la superficie.

Viven alrededor de 16 años y alcanzan su madurez sexual al año y medio. Y al igual que muchas otras especies es hermafrodita, por lo que los peces hembra al llegar a ciertas edades cambian al sexo masculino, haciendo así que la población esté balanceada a la edad de 5 años.

A veces la gente lo confunde con la zapata, teniendo este una cabeza con una forma ligeramente más achatada.

Debido a su contenido en vitaminas B1 y B2 es un gran aliado para pelear contra la anemia megaloblástica, ya que estas vitaminas son indispensables para una correcta formación de glóbulos rojos. Una carencia de estos nutrientes podría desembocar en esta anemia o en glóbulos rojos formados de forma inadecuada.