Las numerosas propiedades de la sardina fresca

La sardina es un alimento con mucho trasfondo cultural en España, participando en festividades como el Carnaval o en numerosos platos dentro de nuestra gastronomía. Y esto tiene una razón de ser que profundiza mucho en la cultura del país, además de que las propiedades de la sardina fresca son muy beneficiosas para aquellos que las consumen, lo que ayudó a aumentar su fama.

¿Por qué la sardina es tan famosa?

Como hemos comentado anteriormente la sardina fresca se prepara y consume de muchas maneras diferentes para aprovechar todo su intenso y delicioso sabor.
La sardina es un pescado azul, y suele nadar por las zonas del Atlántico y el Mediterráneo.

Este rico pescado ha logrado formar parte de un evento cultural tan curioso como es el famoso “Entierro de la Sardina”, el cual comenzó durante el reinado de Carlos III, y se convirtió en la despedida de las festividades de Carnaval.

Hay muchas teorías o explicaciones sobre por qué y cómo nació esta despedida de las fiestas, pero las extendida cuenta que durante el siglo XVIII el rey dió la orden de, en el mes de febrero, desechar un total de dos kilos de sardinas que se estaban pudriendo en las plazas de la capital.

El hecho de que fuera en febrero es importante porque no solo cuadraba con el final de las fiestas de Carnaval si no que coincidía con el comienzo de la Cuaresma, donde los católicos realizan el ayuno y la abstinencia, evitando cada viernes comer carne y sustituyéndolo por pescado.
La conservación de la sardina salió mal debido a que de base es un alimento difícil de conservar y sumado al calor del momento estropearon todo el pescado.

Más tarde con intenciones humorísticas una comitiva decidió enterrar todo el contenido de sardinas en la Casa de Campo.
Esto creó lo que se llamó la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina. Lo que se acabaría convirtiendo en esa festividad tan señalada como es El entierro de la sardina en nuestros días, durante el día de ceniza.

Las propiedades de la sardina fresca

La sardina no es solo usada como recurso cómico en las fiestas de carnaval, también se usa a menudo como ingrediente principal en numerosos platos, y esto es debido, no solo a su sabor, si no también a sus múltiples propiedades y beneficios sobre el organismo.

Como buen pescado azul que es, acostumbrado a vivir en aguas frías, la sardina contiene una cantidad de grasas superior a otros peces (para ayudarle a conservar su temperatura), por lo que su grasa (saludable) está compuesta de ácidos omega 3, lo que se traduce en una gran ayuda para el buen mantenimiento del sistema circulatorio.

Ayudando a este a reducir los niveles del colesterol “malo” y aumentando los del “bueno”, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades relacionadas al corazón.

No solo es una gran fuente de grasas saludables, las propiedades de la sardina fresca van más allá, teniendo también una cantidad importante de proteínas, haciéndolo una buena fuente de las mismas para nuestra dieta.

Además este pescado contiene buena cantidad de vitaminas (concretamente de E, B6 y B3) y minerales como yodo, fósforo, sodio y potasio. Es un alimento muy completo, perfecto tanto para deportistas como para familias.

Incorporarlo en nuestra alimentación es una muy buena forma de ayudarnos a comer sano y variado para cumplir correctamente con todos nuestros requerimientos nutricionales.

El curioso movimiento de las sardinas

Las propiedades de la sardina fresca no son lo único llamativo e interesante que tiene este pescado. Este pez nada en bancos de gran tamaño, formando grupos gigantes (lo que ayuda a que los posibles depredadores lo vean como algo peligroso).

Es una forma de obtener más probabilidades de sobrevivir además de ser un método más eficiente para desplazarse.

Lo curioso de esto es que a pesar de moverse en bancos tan grandes, moverse al unísono e ir tan pegadas unas a otras las sardinas nunca se chocan ¿A qué se debe esto?
Pues esto sucede porque las sardinas tienen un órgano sensorial especial llamado “línea lateral”, esto les ayuda a notar todo tipo de movimiento y vibración que pase por el agua, además de a orientarse.

Este órgano lo tienen otros animales acuáticos como el tiburón, que es lo que utiliza para detectar a distancias increíbles a sus posibles presas.

Cómo preparar la sardina fresca

Está muy bien conocer las propiedades de la sardina fresca, pero si no sabemos cómo prepararla no podemos disfrutar de sus beneficios.
Dentro de la gastronomía española hay múltiples platos para disfrutar de este pescado, algunos más sencillos y otros más elaborados, pero todos indistintamente ricos.

Aquí te vamos a dar 2 recetas muy sencillas para que puedas beneficiarte de sus valores nutricionales sin mucho esfuerzo ni tiempo, y siempre con su delicioso sabor.

Sardina en Escabeche

Esta receta es la típica que se encuentra en los supermercados en latas, es normal tener alguna en casa sea para añadir a alguna receta, para un bocadillo o simplemente para tomar sola cuando nos entra algo de hambre.

Preparar esta receta en formato casero hará que tenga más sabor, además al ser tan sencilla de hacer no perderás casi nada de tiempo y disfrutarás de lo mejor del mar.

Ingredientes para 4 personas

• 10 Sardinas
• 2 Cebollas
• 1 Zanahoria
• 20 Gramos de Vino Blanco
• 2 Manojos de Ajetes
• 20 Gramos de Pimienta Negra
• 200 Gramos de AOVE
• 200 Gramos de Vinagre
• 2 Hojas de Laurel

Preparación

Cortamos la verdura en julianas y la rehogamos en conjunto con el laurel y la pimienta negra. Una vez todo esté tierno vertemos el vinagre y el aceite. Vertemos también el vino y dejamos que todo se cueza alrededor de quince minutos.

Limpiamos muy bien las sardinas y las cortamos en lomos, separando la cabeza y la espina del resto del cuerpo, así hacemos que comerlas sea más fácil y ayudamos a que absorba bien el sabor del escabeche.

Mientras se cuece hacemos en una sartén las sardinas, cortado ya solo el lomo. Una mez están marcados las ponemos en el escabeche caliente y esperamos a que terminen de hacerse una vez apagado el fuego (para que el pescado coja bien el sabor de la salsa).

Una vez deje de emitir calor ya podemos servir.

Sardina al Espeto

Este plato es muy típico de la primavera y del verano. Destaca por comerse con las sardinas clavadas en palos y con una preparación en brasas.
Puede prepararse en otro lugar que no sean unas brasas, pero siempre va a darle un regusto especial y van a quedar más crujientes por el exterior de esta forma.

Lo mejor de esta receta no es solo es sabor si no que la preparación es muy sencilla:

Ingredientes para 2 personas

• 10-12 Sardinas
• Sal (preferiblemente en formato escama o gruesa)
• 10-12 Cañas
• Brasas (si no tienes puedes usar parrilla, sartén o plancha, pero ten en cuenta que no quedará igual)

Preparación

El primer paso es hundir las sardinas en agua fría con hielo y dejarlas remojar durante quince o veinte minutos.
Después pinchamos las sardinas en las cañas (aconsejable clavarlas por la parte central para evitar que se rompan durante la preparación).

Una vez bien atravesadas las salamos y colocamos los espetos sobre las brasas.
Les damos la vuelta cuando vayan cogiendo color y en unos minutos ya estarán listas para comer.